Alexa ¿alberga algún peligro el robot doméstico?

Amazon ha logrado convertirse en uno de los grandes gigantes online del siglo XXI. La empresa, funda hace apenas veinticinco años por el que es hoy por hoy el hombre más rico del mundo, Jeff Bezos, comenzó funcionando como una especie de librería online por correo, y ha terminado convirtiéndose en un auténtico bazar al que día tras día acuden millones de usuarios para disfrutar de sus ventajas, la gran cantidad y variedad de productos de todo tipo de que ofrecen, el envío rápido y gratuito para los clientes Premium… Amazon no solo quiere conquistar todo ese mercado, sino que también está atreviéndose a llegar a los hogares de una forma muy distinta, con un asistente de inteligencia artificial colocado en un altavoz, que nos ayudará en nuestro día a día, como si fuera nuestro asistente personal. Así es como surgió Alexa, esa inteligencia artificial que ahora hace la vida más cómoda para miles de usuarios, aunque también les puede llegar a poner en peligro…

Y es que estamos hablando de un aparato que debe estar siempre conectado a la red Wifi, en nuestra vivienda, y que responde a nuestras órdenes gracias a captarlas con un micrófono. Mucho se ha hablado de la posibilidad de que Alexa nos espíe a través de ese micrófono y detecte conversaciones que puedan ser relevantes para la propia Amazon, como compras que debemos hacer, u opiniones sobre algún producto en concreto. Esto es algo que ya puede ocurrir con los teléfonos móviles, porque además los llevamos todo el día encima, pero Alexa ha implementado un nuevo temor en nuestra mente, el de una máquina que puede convertirse en un auténtico agujero para nuestra seguridad, nuestra privacidad y nuestra intimidad. En este artículo vamos a analizar las posibles vulnerabilidades de este pequeño asistente doméstico que muchos tienen en casa, tal vez sin saber que puede ser un peligro para ellos.

Cómo funciona Alexa

Alexa es una inteligencia artificial creada por Amazon para que cumpla su función de asistente, como lo hace por ejemplo Cortana en Windows o la famosa Siri en los dispositivos de Apple. La intención de Amazon era llevar Alexa a todos los dispositivos posibles, no solo a teléfonos y tablets, sino también a sus propios altavoces, por ejemplo. Esos pequeños aparatos son los que incluyen este asistente, al contar con altavoz y micrófono para poder escuchar y responder las preguntas y sugerencias de los usuarios. Alexa “vive” en ese aparato y responde cuando se la nombra y se le pide algo. La conexión a Internet le permite acceder a toda la información que estamos buscando, pero también se puede conectar con otros dispositivos, desde bombillas hasta puertas o incluso electrodomésticos, para que con  una sola orden, Alexa los encienda, apague o regule de la manera que queremos. Es un paso más en la visión de la domótica.

Vulnerabilidades de Alex

Desde su lanzamiento, Alexa siempre ha estado en el punto de mira por los problemas que puede acarrear un dispositivo de este tipo, al dejar como vulnerables los datos más privados e íntimos de los usuarios. No hablamos ya de que el propio dispositivo almacene lo que va escuchando, aunque supuestamente esos datos no sean distribuidos luego, sino también de posibles hackeos por parte de ciberdelincuentes que accedan a nuestros datos guardados o al propio micrófono del dispositivo, para escuchar todo lo que estamos diciendo. La vulnerabilidad viene dada, en todo sentido, por nuestra red Wifi, ya que el aparato debe estar siempre conectado a dicha web para funcionar de esa manera no solo como altavoz, sino con la propia Alexa, que requiere esa conexión para llegar a los datos que le proponemos.

Esta interconexión es lo que nos puede preocupar, ya que aunque tenemos otros aparatos conectados a la red, como el teléfono, la Tablet o el ordenador, todos ellos cuentan con ciertas medidas de seguridad que hacen más complicado su hackeo, algo que los dispositivos con Alexa no poseen. Amazon está trabajando por mejorar esos pequeños huecos vulenerables, y parece que está consiguiendo solventarlos en poco tiempo. La vulnerabilidad principal se llevaba a cabo a través de un link malicioso que permitía a los hackers tomar el control del aparato cuando el usuario utilizara algún comendo de voz, para eliminar o incluso archivar todas esas grabaciones y datos que se comparten con el aparato.

La vulnerabilidad para hackers no es el único inconveniente que presentan este tipo de aparatos que incluyen el asistente Alexa. Muchos se han quejado también del oscurantismo con el que Amazon trata sus datos. No es de extrañar que si estamos hablando con nuestra pareja de comprar un nuevo microondas, sin haberlo buscado siquiera o haberle preguntado a Alexa por ello, de repente nos empiecen a aparecer sugerencias en Amazon sobre estos productos, como por arte de magia, como si alguien hubiera estado escuchando esa conversación y lo hubiera utilizado para su propio beneficio… Esto es algo que debemos tener en cuenta cuando compramos este tipo de aparatos.

¿Se pueden prevenir dichas vulnerabilidades?

Tener un dispositivo con Alexa en casa puede ser algo muy goloso, ya que con apenas unas órdenes de voz, este asistente es capaz de hacernos la vida más fácil, realizar búsquedas rápidas en Internet, ofrecernos todo tipo de información, acceder a la música que más nos gusta o incluso poner la luz en el ambiente que prefiramos. Sin embargo, como hemos visto, estas vulnerabilidades pueden ser también un peligro, sobre todo para nuestra intimidad y nuestros datos más personales. Una fórmula de evitar que se grabe todo lo que hablamos es cerrar la función de micrófono de Alexa cuando no la estemos utilizando, o incluso desconectarla en ciertos momentos, cuando vayamos a mantener conversaciones muy privadas. Al tener que estar siempre enchufado, este dispositivo no cuenta con batería, así que en cuanto lo quitemos de la corriente, Alexa desaparecerá, al menos hasta que volvamos a conectar.

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